¿Alguna vez ha tenido una idea equivocada de una persona y esta apreciación ha cambiado cuando por fin la trata?

Espiritualidad

¿Alguna vez ha tenido una idea equivocada de una persona y esta apreciación ha cambiado cuando por fin la trata?

Es común que debido a lo que se dice de alguien o de algo, desarrollemos un prejuicio al respecto, es decir, una idea a partir de lo que conocemos o de lo que nos han dicho y contado, sin embargo, es la propia experiencia, el contacto personal el que despeja todas esas ideas equivocadas.

De la misma forma, es posible que usted no conozca en realidad a Dios y todo este tiempo ha tenido solamente el conocimiento de lo que le han contado. En la misma Biblia existe un personaje que acepta que no conocía a Dios, se llamó Job y dice lo siguiente: ‘Hasta ahora, solo de oídas te conocía, pero ahora te veo con mis propios ojos” (Job 42:5).

Ahora que se acerca la Semana Santa y nos encontramos en plena Cuaresma, resulta oportuno conocer más de cerca a Dios. No hay otro lugar ni otra forma de conocerlo que mediante su propia Palabra, lo que Él mismo dice de sí.

1 Juan 4:8 ‘El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. ‘ Así es, Dios es amor, y si usted lee otra porción de la escritura encontrará en la primera carta a los Corintios lo siguiente: ‘El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará’ (1 Corintios 13:4-8). Sustituya por favor la palabra “amor”, por “Dios” en ese párrafo y entenderá un poco más cómo es Dios.

Dice Juan 3:16 “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Es un error cuando se canta “Perdona a tu pueblo Señor, no estés eternamente enojado”, la verdad es que Dios no está enojado, por el contrario, Él voluntariamente dio a su hijo para ser crucificado y con ello salvar a todos los que creen en él.

Decir que Dios está enojado por la crucifixión de su hijo es un tremendo error, por el contrario, Él se complació de que Jesús voluntariamente se ofreciera en sacrificio, si usted duda de esto que le digo, entonces recuerde el huerto de Getsemaní cuando Jesús oró, “Se apartó un poco, se postró rostro en tierra y oró: «Padre mío, si es posible, aparta de mí esta copa. Pero hágase lo que tú quieres y no lo que quiera yo “. Si leemos con atención entenderemos qué era lo que el Padre quería, así es: que expiara el pecado del mundo a través de su sangre.

Entonces ¿a Dios le complace que se derrame sangre?, ¡claro que no!, esta ha sido una de las afirmaciones erróneas que me han planteado. Desafortunadamente el pecado abrió la puerta a la muerte, no era el plan de Dios que el hombre muriera, pero dado que el hombre prefirió escuchar a la serpiente en lugar de escuchar a Dios, en automático entregó la autoridad a la serpiente (1Juan 5:19). Ahora bien, la Ley dice que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados (Hebreos 9:22), por ello, el pueblo de Israel ofrecía sacrificios, ponía la mano sobre la cabeza de la víctima y entonces el pecado pasaba a la víctima, misma que era degollada y entonces se remitía el pecado. Desafortunadamente no fue suficiente.

Por ello mismo Jesús vino a la tierra en forma de humano, en todo parecido a nosotros, pero él nunca pecó, mas al ser clavado en un madero se convirtió en pecado, tal como lo dice Deuteronomio 21:23  “Maldito todo aquel que es colgado en un madero”, cuando Jesús estiró sus manos en el madero, todo el pecado, toda la maldición que viene a consecuencia del pecado vino sobre él y al expirar se lo llevó a la tumba, haciéndonos libres aún a los que no habíamos nacido.

Por eso dice la escritura que por un hombre entró el pecado al mundo y también por un hombre la salvación, esto es por Jesucristo. Si usted lee con atención en Génesis, verá que Dios dijo al hombre que si comía del fruto moriría, pero vemos que aunque comieron no murieron inmediatamente, pero comenzaron a morir, entró el miedo, la enfermedad, la pobreza y todos los demás síntomas de la maldición cuyo último acto es la muerte. Pero Jesús con su sacrificio rompió ya con toda esa maldición y nos traslada ahora a la vida eterna.

Con todo lo anterior, ¿alcanza ahora a comprender que el amor de Dios es verdadero?, es tan grande que entregó a su propio hijo para ser golpeado, difamado, herido y humillado. Pero no lo dejó en el sepulcro, sino que le dio un nombre que está por encima de todo nombre, por ello en la semana Santa debemos recordar con alegría los días del Señor en la tierra y no con tristeza, porque Él venció a la muerte y nos abrió el camino a una nueva vida.

 

En los próximos días seguiré escribiendo sobre esto. Si te resulta interesante da “Me gusta” a este artículo por favor.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *