El Gobierno del Estado de Colima, a través del Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Imades), invita a toda la población a participar en la campaña ‘Renaturalizando Colima con bombas de semilla’, con la cual se plantea restaurar los ecosistemas de los municipios de Villa de Álvarez, Comala y Tecomán.
Estas tres primeras actividades serán el próximo 27 de julio en el Arroyo Seco, la reforestación en el Parque Metropolitano de Tecomán el sábado 3 de agosto, y finalmente en el Río San Palmar el 10 de agosto, donde le punto de reunión será la comunidad de Juluapan; todas las actividades están planeadas iniciar en punto de las 8:00 de la mañana.
La directora general del Imades, Angélica Lizeth Jiménez Hernández, informó que durante esta temporada de lluvias se lanzarán más de 10 mil bombas de semillas en las zonas aledañas al Arroyo Seco y al Río San Palmar, en el municipio villalvarense, con el objetivo de regenerar los suelos en estas importantes zonas.
Expuso que una parte de las bombas serán arrojadas desde el cielo a través de un paramotor, con el objetivo de llegar a las zonas de más difícil acceso y explicó que esta técnica de reforestación es una estrategia muy efectiva para asegurar la supervivencia de las plantas, además de ser muy divertida, con ello se pretende que la gente se sume a estas actividades de reforestación.
¿Qué son las “bombas de semillas” o Nendo Dango?
Ideado por Masanobu Fukuoka (1913-2008), consiste en un sistema de siembra cuyo objetivo es intervenir lo menos posible en el manejo de los suelos evitando el arado y otros métodos de preparación del terreno para la siembra.
Para ello, Fukuoka mezclaba semillas dentro de bolitas de barro de unos 2 o 3 cm que posteriormente dispersaba por el campo. A continuación, y contando con la acción de las primeras lluvias las «bombas de semillas» comenzarían a deshacerse liberando las semillas que hasta entonces habían permanecido protegidas de los animales. Junto con las semillas de la variedad de cultivo que se pretende cultivar, Fukuoka añadía otras semillas, principalmente de trébol blanco, encargadas de germinar en primer lugar generando una cubierta protectora e impidiendo la germinación de otras hierbas adventicias pero no de la variedad de cultivo.
En cuanto a la preparación del terreno, esta práctica agrícola además de no arar la tierra tampoco es partidaria de la retirada de «malas hierbas» sino de recubrir la superficie con restos de las plantas cultivadas en la cosecha anterior, favoreciendo así un compostaje natural, conservando la humedad y los nutrientes e impidiendo la proliferación de hierbas no deseadas.
Fukuoka perseguía con su método la reproducción de las condiciones naturales evitando en lo posible las intervenciones que afecten a los microecosistemas del suelo (uso del arado, fertilizantes, herbicidas, plaguicidas, etc.) favoreciendo de esta manera el enriquecimiento progresivo del suelo y la calidad de los alimentos cultivados.
En la década de los 70, en la ciudad de Nueva York, surge un movimiento denominado «Green Guerrillas» con el objetivo de reverdecer mediante el lanzamiento de «bombas de semillas» los terrenos abandonados y baldíos con motivo de la crisis financiera. En estas parcelas abandonadas se crearon jardines y huertos, utilizándolos como herramienta educativa y social, evitando que las zonas abandonadas se convirtieran en un foco para la delincuencia. Además, era una manera de promover el trabajo en equipo, consiguiendo que las comunidades de vecinos trabajaran hombro con hombro.
La receta de la «bombas de semillas».
Ingredientes :
Arcilla en polvo
Tierra de jardín (o compost)
Semillas (adaptadas a la ciudad, es decir, flores o plantas que requieren poco mantenimiento y crecen fácilmente)
Agua
Preparación:
Mezclar la arcilla en polvo con la tierra y un poco de agua hasta que la pasta sea homogénea (no debe ser demasiado líquida).
Formar una pequeña bola, hacer un hueco con el pulgar para insertar las semillas.
Cerrar el hueco y moldear con las manos para obtener una nueva pelota.
Dejar secar durante 24 horas.
Almacena las bombas de semillas en un lugar fresco, oscuro y seco si no vas a utilizarlas inmediatamente.