Claudia Marcela Ayala, era hasta el 31 de enero empleada del Ayuntamiento de Colima. Ese día sus superiores le llamaron para señalarle que tenía que apoyar el proyecto de la presidenta ahora en Movimiento Ciudadano. Debido a que se negó le informaron su baja en el puesto y la amenazaron con sacarla con la fuerza pública si se resistía.
Desde hace un año Claudia está en tratamiento por cáncer de mama y apenas en septiembre le diagnosticaron diabetes tipo 2. Ahora sin empleo ni seguridad social deberá enfrentar esta situación debido a temas partidistas, por ello acudió ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima pues considera que sufre violencia y discriminación por su ideología política.
Ante medios de comunicación, consideró injusta la “cacería de brujas” que han emprendido al interior de la administración en contra de quienes llevaron a Margarita a la presidencia municipal, pues señala que el trabajo puerta por puerta, casa por casa, ahora es pagado con hostigamiento laboral para que abandonen su partido y se sumen al que ahora se traslada la presidenta.
“Espero que se valore al trabajador, que no hagan hostigamiento laboral por ser de otro partido, que se deje esa cacería de brujas y tome en cuenta que la gente que entramos a trabajar con ella fue por un proyecto político que teníamos y los líderes de colonia nos debemos a nuestra gente (…) yo no puedo obligar a la gente a que cambie de partido como ella lo está haciendo, no puedo obligar a la gente de las colonias a que cambien sus ideologías”. Señaló.
Claudia Ayala señaló que existen más personas en la misma situación, sinembargo decidió emprender estas acciones de forma personal movida por su problema de salud. Adelantó que acudirá a más instancias para denunciar estas arbitrariedades que considera además como violencia política.
Dijo también que teme por su integridad y la de su familia debido a que existen personas cercanas a la presidenta “que se dedican a amedrentar a la gente”.
Finalmente recordó que desde diciembre comenzó a sufrir hostigamiento debido a unas fotografías que se tomó con figuras políticas de la misma coalición, pero que al parecer resultaban contrarios al grupo de Moreno González “ahí comenzó el hostigamiento, no querían que me tomara fotos, es como una cacería en contra de los que seguimos y tenemos ideales y que al final de cuentas es nuestro derecho y no pueden obligar a cambiarnos”, finalizó