En Colima se ha criticado que la actual legislatura local se ha dedicado más a otorgar premios que a legislar. Por cierto, para desmentir o confirmar, en la sesión de ayer se aprobó un premio para maestros que se entregará el próximo 15 de mayo.
La bancada de Morena se engrosó con la suma de Priscila García que resultó mejor que el resto para debatir y argumentar. Se mantuvo como “independiente” por un rato pero, año electoral, se definió por sumarse a los guindas, que según se dice, la quieren ahí otros tres años ¿será?
Hablando de diputados, desmiéntanme, pero parece que de la bancada mayoritaria el único que desde el inicio tomó un tema, lo desarrolló, socializó y concretó es Alfredo Álvarez, con la Ley Agroecológica, misma que ahora han retomado en Guerrero y que ha sido reconocida por Maria Elena Álvarez- Buylla, Victor Suárez, Jesús Ramírez Cuevas, entre otras figuras a nivel nacional. Alfredo Álvarez no solamente ha trabajado en la Ley sino que la ha impulsado en las mismas comunidades estableciendo centros de capacitación que son funcionales y productivos. Sería una lástima que un político que ha sido coherente en su decir y actuar, se perdiera en la maraña de la grilla y jaloneos de grupos dejándolo fuera de la posibilidad de volver a competir por la curul.
En lo nacional estamos a la espera de la renuncia de Marko Cortes a la dirigencia del PAN. De hecho debió ser inmediata. Tal parece que se esfuerzan por desinflar, aplastar y enterrar a Xóchitl Gálvez para que llegue desarmada a la campaña. El equipo debe analizar no solamente la salida de Marko sino de una vez a quienes no suman y se mantienen de adorno, de lo contrario no lograrán un buen relanzamiento que los regrese a la batalla.
Álvarez Máynez se echó su cervecita, se puso sus fosfo, fosfo y aceptó que 8 de cada 10 no lo conocen. Que gran esperanza para los naranjas.
Hasta aquí los apuntes de hoy