El proceso identitario de los adolescentes y los corridos tumbados en el 2023

Opinión

Por Dra. Verónica Miriam Guzmán Sandoval

 

La adolescencia es un periodo del ciclo vital que se divide en adolescencia temprana, intermedia y tardía, esta última considerada adolescencia emergente que contempla ya la vida adulta. En este periodo del ciclo vital existen cambios psicosociales, sexuales, físicos, cognitivos y morales (Gaete, 2015), por lo que  la maduración del cerebro continúa, especialmente del cerebro social, el cual se relaciona con la comprensión de los otros y el establecimiento de las relaciones sociales para el proceso de adaptación. En el cerebro social se encuentran inmersas áreas del sistema límbico (“cerebro emocional”) y áreas corticales, como la  corteza prefrontal ventro medial involucrada en la comprensión de la regulación emocional, la comprensión social de la emoción, la comprensión de la ironía, la autoevaluación, la empatía y la reciprocidad (Blakemore, 2012). 

 

La aceptación en la vida de un ser humano es fundamental, pero en el periodo de la adolescencia es sustancial para desarrollarse y cumplir las tareas encomendadas para esta etapa. De acuerdo con el filosófo Alain de Botton (2004), en su libro Asiedad por el estatus, “escuchamos hablar del amor romático  todo el tiempo. Es por lo que todos lo buscamos, lo que nos obsesiona. Pero también somos increíblemente sensibles a la atención que recibimos de otra gente, de los amigos. Somos muy conciente de la manera como somos tratados y nos afecta si nos ignoran o no nos reconocen los méritos. Somos muy sensibles a este otro tipo de amor…” Todos deseamos que nos traten bien y nos acepten, por esto hay ansiedad y afectación en la autoestima, ya que la imagen que tienen los otros impacta directamente en nuestra autoconcepto. 

 

La adolescencia también involucra el establecimiento de la identidad, es decir la conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás (RAE, 2023) y la autonomía, pero de acuerdo con de Botton la sociedad capítalista ha inventado un idea errónea de que no importa de dónde provenga la persona, lo importante es que se tenga la voluntad de lograrlo, pero no se puede llegar tan fácil ya que la brecha de desigualdad en México es enorme y estudiar, así como, tener un empleo representa un reto para muchos adolescentes. En este sentido, la consolidación de la identidad en los adolescentes es frágil debido a que los modelos de identificación actuales son inalcansables, como son los artistas o modelos, todos ellos tienen un nivel adquisitivo alto que determina   la marca de su ropa, de sus autos, la estética del cuerpo, las joyas que usan y el poder. 

Los corridos tumbados en México cobran fuerza desde su aparición en el 2020 y la población que más consume este subgénero musical  mexicano son los adolescentes quienes miran en Natanael, Peso Pluma, junir H., entre otros, modelos de indentificación el sueño de acceder a  una vida similar. El corrido tumbado invita a entrar a una fiesta por el empleo de la construcción musical que mezcla el rap, el trap, hip-hop, reguetón y géneros regionales musicales, así como acordes mayores y asincopados marcados por el bajo, ritmos acelerados que crean un ritmo pegajoso e inmersivo que gusta a los adolescentes. Sus letras basadas en contenidosexplícitos, en las que en todo momento se encuentra inmerso el amor romántico, los estereotipos de género, la pertenenciay la aceptación del grupo construyen una forma de expresión temporal, que no debe ser la única forma. Todos estos elementos descritos y los versos de ocho sílabas fonéticas agrupadas en estrofas de seis versos y ritmas asonantes,vuelven al corrido tumbado un subgénero musical mexicano impactante en los adolescentes. 

 

Conclusión

 

Cada generación toma en cuenta modelos que permiten identificarse y  los géneros musicales, con sus representantes artísticos contribuyen al proceso de identificación de los jóvenes. No sabemos si la exposición a los corridos permitan a los adolescentes  identificarse transitoriamente o definitivamente a la cultura que promueven, pero lo que sí es certero que su prohibición los volverá más atractivos para este grupo. También es fundamental comprender que los procesos de identificación, de construcción de su capacidad de socializar (cerebro social), de construir sus relaciones amorosas y de amistad de los adolescentes no sólo estáninfluenciadas por los corridos tumbados sino por una diversidad de factores internos y ambientales que permiten al adolescente encontrar su identidad y su autonomía, como lo es la autorregulación emocional, el afrontamiento, la familia, la red de apoyo, pero sobre todo la reducción de la brecha de desigualdad para acceder a la educación y a un desarrollo integral, de tal forma, que no sólo es menester de la familia proveer de cultura y de acompañamiento emocional a los adolescentes, sino es responsabilidad de toda la sociedad. 

Referencias

Blakemore, S.J. (2012). Development of the social brain in adolescence. J R Soc Med;105(3):111-6. doi: 10.1258/jrsm.2011.110221. PMID: 22434810; PMCID: PMC3308644.

Botton, A. (2004). Ansiedad por el estatus. Madrid: Taurus. 

Gaete V.  (2015). Desarrollo psicosocial del adolescente [Adolescent psychosocial development]. Rev Chil Pediatr;86(6):436-43. Spanish. doi: 10.1016/j.rchipe.2015.07.005. Epub 2015 Sep 2. PMID: 26342392.

RAE (2023). https://dle.rae.es/identidad

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